LUCES
Ya no aguanto más este vacío, necesito un cambio, alejarme de todo, renovarme. Pienso esto mientras todos se divierten en esta fiesta menos yo. Salgo mientras todos están distraídos, nadie notará que no estoy.
Lo mejor es el amparo de la oscuridad del parque, donde las estrellas son las únicas que alumbran mi recorrido, solo un par de parejas interrumpen mi soledad, que al igual que todo se está transformando en insoportable.
Por fin en casa, eso creo; está situación me agota.
Estoy pegado al ventanal como hipnotizado por las luces de la ciudad, es lo único que me calma y me parece maravilloso. La azotea es un mejor lugar para apreciarlas. Subo, una vez arriba no me canso de mirarlas. El dolor y la angustia cesan. Lentamente me acerco al borde y sin pensar me lanzo a ellas, cierro los ojos para sentir la ciudad que me acoge entre sus brazos. Finalmente mi angustia se esfuma para siempre.